viernes, 5 de junio de 2015

Subir y bajar ventanillas

Subir y bajar.
Todo lo que sube acaba bajando.
Todo lo que puede romperse, se rompe.

Parece que mi relación con las ventanas de los Mercedes es bastante convulsa.

Si, el elevalunas de la puerta del conductor de mi W124 ha caído. Por supuesto en el mejor momento, al salir del parking con una bonita cola de coches viendo como salía como una anguila por el pequeño resquicio que quedaba entre el coche y la cabina de entrega del ticket de salida.

En la anterior Mercedes Viano, tuve que cambiar tres elevalunas (dos de conductor y uno de acompañante). En el W123 300D que adquirí de ocasión ya llevaba la rotura del elevalunas del acompañante como "extra de compra".

Que conste que no soy un fanático de la apertura y cierre de la ventanilla. Vamos que cuando estoy parado en el semáforo, no me entretengo dándole al botoncito de subir y bajar.

Al menos en esta ocasión había recambio solo del mecanismo elevador y no he tenido que cambiar todo el conjunto con motor incluido. Con 270 € mano de obra e iva incluido se ha solucionado el estropicio, 270 € son 44.900 de las antiguas pesetas, que dicho así es una pasta.


Los dientes del mecanismo han tenido la culpa. Desgastados de forma notable y sin saber el motivo, ¿Habrá que cepillarlos todas las noches para que no tengan caries mecánica?


La parte positiva es que 24 horas antes de la defunción mecánica ya habían quejas y gruñidos desde el interior de la puerta. Es lo bueno de la vieja mecánica, siempre te avisa con antelación de lo que va ha pasar.


El mecanismo roto


Detalle de los dientes desgastados