viernes, 5 de febrero de 2016

A Leo no le gusta el W124

Mercedes W123 240D con 30 km. y en venta 

Fue adquirido por Leonhard Speer en 1985 en Baviera como coche de reserva.

Leo con su Mercedes W123 240D nuevo a estrenar


"El W124 es el culpable" nos relata Leo con gesto despectivo, "todo de plástico, nada que ver con el W123, buen acero y cromados de calidad" nos indica mientras quita con la mano la capa de polvo que cubre su Mercedes 240D.

Esta historia comienza en la ciudad alemana de Mitter Rohrbach en la baja Baviera en el año 1985. Leonhard Speer nacido en 1941 "Lanz Leo" como lo conocen sus paisanos, conducía un imponente Mercedes W123 300D de 5 cilindros con 250.000 km. que funcionaba como un reloj y del que estaba muy satisfecho, no obstante ya se barruntaba cambiar el modelo y decide acudir al concesionario Mercedes para ver el nuevo W124. 

Cuando Leo vió el nuevo modelo quedó conmocionado, "este trasto de plástico no entrará en mi garaje" le dijo al sorprendido comercial del concesionario Mercedes. El Vendedor casi sin inmutarse le da una alternativa a Leo: "sr. Speer no se preocupe, la marca Mercedes ha comprobado que muchos clientes siguen demandando el actual modelo W123 y ha decidido prolongar su fabricación un poco más".

Nuestro amigo Leo no duda ni un instante, sale del concesionario y se dirige a su banco para gestionar un crédito para la compra del W123. Tras sobrevivir a una tremenda bronca de su esposa Traudl que aún hoy recuerda, se dirige nuevamente al concesionario y cursa el pedido de un W123 con motor 240D. Como extras solicita el espejo derecho eléctrico, la preinstalación de la radio, el gancho de remolque  y el cierre centralizado.

Aunque al poco tiempo le entregan el coche, decide seguir utilizando su viejo 300D y dejar el 240D como reserva. En 1992 y por razones de espacio, tiene que mover el coche pero prefiere no arrancarlo y hacerlo con un remolque. Más tarde y por cambio de domicilio a la ciudad de Aufhausen que está a 24,8 kilómetros de su casa, decide por fin "estrenar su coche". Arranca el coche por primera vez y tras siete años de haberlo comprado conduce los 25 kilómetros de distancia disfrutando de cada metro del recorrido.


El tacómetro marca 30 km. "reales como la vida misma"


Los años van pasando y su viejo 300D con 400.000 km. sigue funcionando, pero en 2012 la visión de Leo empeora y no puede seguir conduciendo con seguridad. En su garaje tiene dos W123, un 300D viejo que funciona y un 240D nuevo que jamás podrá conducir. 


Granitos de café en el interior para evitar el moho y los malos olores


El cariño que tiene por su nuevo y flamante 240D con 30 Km. en el marcador le impide venderlo, pero finalmente su hijo Stefan lo convence y publica un anuncio en internet vendiendo el coche. En pocas horas, recibe más de 200 consultas y llamadas interesadas en el modelo, todas con el mismas dudas y consultas: ¿de verdad tiene 30 Km.?, ¿cual es el precio final que me hace?. Lo curioso es que la mayoría de consultas están redactadas en un alemán pésimamente escrito que delata el origen Turco y Magrebí de la mayoría de los interesados.

Nadie está dispuesto a pagar los 30.000 € que solicita por el coche, pero Leo nos razona con "astucia campesina" que si por un W123 de 60.000 km. se piden 20.000 € ¿no es lógico pedir 30.000 € por uno nuevo?.

 "No nací ayer" nos comenta con la mirada traviesa y brillante de sus fatigados ojos.

Leo nos muestra el libro de mantenimiento del w123 sin sellos


 Museo Leos Lanz 

"Lanz Bulldog" con este mote es conocido Leo Speer por la mayoría de sus vecinos. En la actualidad Leo tiene un museo dedicado a los tractores clásicos Lanz que merece la pena ser visitado www.lanz-leo.de

Galería fotográfica

Interior nuevo con todas las etiquetas de fábrica

Consola central y palanca de cambios sin desgaste. Las telarañas no son de origen.

La bomba de inyección y los sellos y marcas de la fabricación pueden verse en todo su esplendor

Rueda de repuesto nueva pero caducada

Tapacubos y llantas sin polvillo de los frenos

En el interior del depósito !! todavía hay gasoil de 1985 !!

El gancho de remolque, uno de los extras solicitados

El taxi de Mohamed El Bacha

Un taxi irrompible: más de 40 años en servicio

Lleva en servicio más de 40 años y, muchos días, cubre más de 500 km por carreteras de todo tipo. Ésta es su imponente historia




Mohamed El Bacha es taxista en Essaouira, Marruecos. Su compañero de «batalla» es un viejo pero robusto Mercedes-Benz 240D, con más de 40 años millones de km a cuestas sobre vías de todo tipo, aún en servicio.

«Desde niño supe que quería ser taxista. Estar en la carretera a los mandos de un coche: para mí es un símbolo de la libertad e independencia», explica Mohamed, que viene del pueblo bereber de
Arbaa Ida Onguard. Su padre le pagó el permiso de conducir a los 17 años y durante un tiempo trabajó en una pastelería. Pero cuando acumuló experiencia de conducción, solicitó a las autoridades de la ciudad portuaria de Essaouira su licencia de taxi. Poco después de eso, se convirtió en el orgulloso propietario de un Mercedes.

«Hago más de 500 km al día. Si salen trabajos especiales, conduzco hasta Agadir o Marrakech, llegando a completar más de 1.400 km», asegura. Su Mercedes tiene ahora más de 40 años nunca le ha fallado.
Lo compró en 1991 y lo devolvió a su mejor estado de forma: el aire cargado de sal del Atlántico había oxidado las puertas y el maletero. Ahora lo conduce seis días por semana. Su único descanso es el viernes, día de la familia. «Mi Mercedes sigue en marcha, no hay otro coche tan robusto y sólido como éste», asevera el taxista.
Normalmente, conduce de Essaouira a las zonas residenciales próximas. Pero hasta con el calor del desierto, donde otros vehículos quedan atrapados con el radiador reventado, el veterano propulsor diésel de su 240D sigue demostrado una y otra vez que las elevadísimas temperaturas no son obstáculo. Y también es económico: «Viene a gastar de 7 a 8 l/100 km, incluso cuando voy cargado de pasajeros y equipaje».

Cinco lustros al pie del cañón

Mohamed El Bacha y su Mercedes llevan trabajando juntos 25 años. En el pasado, tuvieron que hacer frente a pistas de arena y caminos de piedras y tierra en pésimo estado, hoy pavimentados en su mayoría. No sabe con exactitud cuánto lleva recorrido: el cuentakilómetros dejó de funcionar hace unos años. Pero, al parecer, pueden ser varios millones de km los que lleva a cuestas ¡con el motor original !
El uso del taxi en Marruecos depende de la distancia a cubrir. Para viajes cortos, la gente aún recurre a carruajes tirados por caballos.
En el caso de distancias medias, lo habitual es trasladarse en taxis compactos modernos, los llamados Taxis Petit. Para viajes periféricos, los Grands Taxis son los vehículos más demandados, a menudo Mercedes-Benz clásicos de los años 70 y 80: ofrecen espacio hasta para seis pasajeros con equipaje.
Pero ningún otro conductor en Essaouira puede presumir de la experiencia que atesora Mohamed El Bacha. Muchos de sus colegas le preguntan cuando sus vehículos requieren alguna reparación. «En la ciudad están disponibles todas las piezas esenciales para hacer funcionar uno de estos Mercedes en poco tiempo. Normalmente, un taxi no queda fuera de servicio más de medio día. Ésa es precisamente la razón por qué ninguno de los taxistas se atrevan a usar otras marcas menos fiables», relata.

Duros como piedras

Y es que los Mercedes-Benz usados para este cometido son extremadamente resistentes. En otros países, ejemplares bien cuidados de las Series W115 —como el que nos ocupa— o W123 son objeto de colección. Pero en Marruecos continúan trabajando como taxis. Hay unos 400 de ellos en este cometido alrededor de Essaouira, cuyos muros, patrimonio de la humanidad, fueron construidos por los portugueses en el siglo XVI.
Aquí se cargan y descargan mercancías procedentes del Sahara. La parada de taxis está ocupada todo el día. Los talleres mecánicos están a la vuelta de la esquina. En Marruecos, incluso si se rompe el árbol de transmisión, un «taxi grande» con la estrella sobre el capó no deja tirado al pasaje. Los taxistas de Essaouira han desarrollado un «método» que les permite llegar a destino sin recurrir a la grúa: basta llenar el maletero de piedras. Ese extra de peso en el eje trasero estabiliza el coche de forma que le posibilita completar unas pocas decenas de km más hasta alcanzar la asistencia técnica.
El 240D de Mohamed El Bacha ha llegado a nuestros días sin problemas. Nadie salvo él está autorizado a conducirlo. «Mis colegas prestan sus coches a otros conductores en alguna ocasión. Yo no lo hago. No creo que fuese capaz de dormir si me atreviese».

Listo para el legado

Antes de cada viaje, comprueba el nivel del aceite y del refrigerante, los frenos, la suspensión y el motor, mientras camina alrededor de la vehículo inspeccionándolo. Y sabe cómo debe sonar el coche: «Si algo va mal, lo escucharía inmediatamente».
Mohamed El Bacha está felizmente casado. «Pero también tengo una relación de por vida con mi Mercedes: este taxi ha sido mi primer coche, y será el único», sonríe.
Dicho esto, hay quien se ha interesado por él, pero venderlo no es una opción. Al contrario: uno de sus hijos tomará pronto el legado del progenitor. «Al principio lo llevaremos juntos para enseñarle todos los pormenores. Después podrá hacerse cargo del negocio». Y por supuesto, del fiable Mercedes-Benz.
Noticia publicada por el diario ABC el 05.02.2016
Ver la noticia original aquí.









Noticia publicada por el diario ABC el 05.02.2016
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